La educación durante la pandemia
Autores:
Cruz Reyes Luis Edgar
Aguilar Martínez María Guadalupe
Introducción
Este ensayo presentara las
complicaciones que los jóvenes, niños y profesores tuvimos que enfrentar
gracias a la pandemia, que como consecuencia nos dejo un nivel demasiado básico
de educación.
A mediados de mayo de 2020 más
de 1200 millones de jóvenes de estudiantes de todos los niveles de enseñanza,
en todo el mundo habían dejado de tener clases presenciales en la escuela.
La mayor parte de las medidas
adoptadas por los países latinoamericanos para hacer frente a esta contingencia
se agrupan en tres campos de actuación; el despliegue de modalidades de
aprendizaje a distancia, mediante la utilización de una diversidad de formatos
y plataformas (con o sin uso de tecnología); el apoyo y la movilización del
personal, la atención a la salud y el bien estar de las/os estudiantes.
En situaciones de emergencia,
las escuelas son un lugar fundamental para el apoyo emocional, el monitoreo de
riesgos, la continuidad de los aprendizajes, apoyo social y material para los
estudiantes.
Mantener el bienestar
psicológico, social y emocional es un desafío para todos los miembros de las
comunidades educativas: estudiantes, familias, docentes y asistentes de la
educación.
El aprendizaje socioemocional
es una herramienta valiosa para mitigar los efectos nocivos de la crisis
sociosanitaria y una condición para el aprendizaje. Para ello se requiere
acompañamiento, apoyo y recursos especialmente orientados a esta dimensión.
Vivir una situación
imprevista, nueva, desconocida y desconcertante como la actual influye en la
salud mental. La pandemia y el confinamiento pueden desencadenar un importante
estrés emocional que es preciso conocer para poder mitigarlo.
Desarrollo
A pesar de las clases
impartidas por radio, televisión y en línea, y el mejor esfuerzo por parte de
docentes y progenitores, sigue habiendo muchos alumnos a los que no se les a
llegado a impartir estas clases.
Los alumnos con discapacidad,
aquellos de comunidades minoritarias o desfavorables son los que corren mayor
riesgo en que se les deje atrás, incluso para aquellos que tienen acceso a la
educación a distancia, los buenos resultados dependen de sus condiciones de
vida, incluida la distribución justa de las tareas domésticas.
“Vivimos un momento decisivo
para los niños y los jóvenes de todo el mundo”
Nos enfrentamos a una
catástrofe generacional que podría desperdiciar un potencial humano,
inalcanzable, minar décadas de progreso y exacerbar las desigualdades
El COVID-19, la pandemia y la "cuarentena" perturbaron nuestra vida de forma permanente.
A causa de la pandemia sufren impactos graves y duraderos, lo cual hacen que busquen un modo de distracción, una solución rápida o una solución a largo plazo.
A causa de la pandemia la
pandemia la educación tuvo un retraso en donde la enseñanza solo se basa en los
esencial y en lo que realmente será necesario para el futuro.
La paz mental de los jóvenes fue afectada de manera grave, que trajo consecuencias a largo plazo. En adolescentes se vio más el daño, pues su vida solo se convirtió en un ciclo repetitivo de tarea y hogar, en donde no existían un almuerzo con amigos, o incluso una plática sencilla entre compañeros, afectando de este modo la parte social que todos deberíamos de desarrollar.
El sistema educativo no se
adaptó a las condiciones de los estudiantes y profesores, educación en línea es
costosa. Pagar electricidad, internet, un equipo para tomar clases o incluso
solo para subir trabajos es algo que muchas familias no pudieron costear.
Educación en línea es cero
aprendizaje, porque no prestas la atención suficiente, y porque el conocimiento
no se imparte de la misma manera.
Algo que los estudiantes
tuvimos que aprender fue a ser autónomo, tomar notas, señalar notas de nuestras
dudas, y sobre todo estudiar lo que no entendiste.
Los estudiantes olvidamos como
hacer un examen sin necesidad de una página que nos de las respuestas,
olvidamos como se hacen las tareas escritas pues ahora todo lo queremos hacer
en digital.
El país, la ciudad, el mundo
no estaba preparado para que los niños, jóvenes, profesores y directivos
tomaran e impartieran clases en línea.
Por mi parte, las clases en
línea solo me generaron ansiedad, pues al ser una persona tímida; me daba miedo
dar mi opinión o incluso dejar mi duda, así que lo que no entendía lo tenía que
aclarar por mi cuenta.
También me generaba ansiedad
trabajar en equipo, pues estaba trabajando con personas desconocidas, donde el
trabajo no se dividía de manera similar, dando a unos más trabajo que a otros.
Los estudiantes descuidamos
nuestra salud mental, y el sistema educativo no entendió que nosotros no
estábamos establemente bien. No le
dieron importancia a un tema tan importante como nuestra salud mental.
Circunstancias principales:
- Las decisiones que los gobiernos y los
asociados tomen ahora tendrá un efecto duradero en cientos de millones de
jóvenes, así como en las perspectivas de desarrollo de los países durante
decenios.
- Nivel demasiado básico de educación
- Calificaciones que no definen el conocimiento
de los docentes
- Sufrir consecuencias por no tener los medios
necesarios para las clases virtuales.
- Desorden emocional pues no es sencillo las clases en línea
Posturas
ideológicas
- Reabrir escuelas
- Dar prioridad a la educación en las decisiones de financiación
- Dirigir la acción hacia aquellos a los que es más difícil llegar
- Ser más consientes de las condiciones de vida de cada alumno o profesor
- Tomar en cuenta la salud mental
- La calificaciones obtenidas no están de acuerdo con el conocimiento que los alumnos están obteniendo
Conclusión
Como conclusión es importante
señalar que la pandemia dejo marcas en la educación, este año que llevamos de
pandemia en línea no tuvo el avance esperado, lo que aprendido no quedo de
manera exacta, pues nada será como en presencial.
Para los de ultimo año en
muchos niveles fue triste y complicado terminar nuestra vida escolar de esta
manera, pues no estamos seguros de llevar lo necesario para el futuro.
Sin duda alguna era pesado
tomar clases presenciales por lo pesado que era, sin embargo, era mejor pues
nuestro conocimiento era más amplio.
La pandemia solo hizo que nos
hiciéramos más dependientes de las tecnologías.
De esta forma, concluyo que la educación es un privilegio, que lastimosamente muchos no pudieron pagar esta pandemia, afectando a las presentes y futuras generaciones.




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